Ética Kabalariana del Correcto Pensar

Aprecia y respeta el Poder de la Palabra (discurso); no abuses nunca de este poder con insultos, vulgaridad, mentira y engaño, falsificando las declaraciones de otra persona, o destruyendo la reputación de otros.

Esfuérzate por gobernar los humores y hábitos para crear paz y felicidad con los otros a través de pensamientos felices y constructivos, de pequeños actos de generosidad y servicio, y a través de ver el bien y a Dios en los otros. El dar nunca pasa sin recompensa.

Procura siempre desarrollar una mente abierta, dándole crédito a otros por su esfuerzo mental, aunque aún no hayan descubierto la verdadera luz de la sabiduría.

Párate maravillado en el umbral de la sabiduría con humildad y profundo respeto. Recuerda que la sabiduría expresada a través tuyo no es de tu creación, sino que siempre ha sido. Tus intentos para amoldar y equilibrar tu mente con tu más alta conciencia de sabiduría es tu deber sagrado y no es opcional.

Solamente a través del esfuerzo constante para eliminar los pensamientos y hábitos malos o negativos puede tu mente sentirse justamente orgullosa de ser una parte sagrada de la Conciencia Divina. Un error a veces sucede - no es malo - puede ocurrir a través de una mala evaluación o comparación, o por optimismo indebido. Un primer error puede ser clasificado como error de juicio si una lección se aprende de la experiencia; sino, entonces es un error consciente sobre un plano mental negativo, serio y castigable a través de la ley natural de la reacción y tu realización consciente de que deliberadamente creaste tu propia prueba y debes hallar la solución.

Elimina al ego y el falso orgullo. Nunca tomes la actitud de sabelotodo, ya que hacer esto es destruir el incentivo natural y el progreso.

Recuerda que tu mente es el más grande instrumento en el universo. Así como piensas, así eres, porque la naturaleza de tus pensamientos indica el plano mental en el que estás sintonizado; por eso, tu pensamiento y tú son uno. Si te dieras cuenta del poder de tu propia mente para el bien o el mal, verificarías cada uno de tus pensamientos y expresiones. No digas cosas incorrectas o dañinas por diversión o para acrecentar tu propia importancia. Recuerda que el falso orgullo aparece antes de una caída. No niegues nunca tus pensamientos ni ideas; no digas nunca "no puedo" ni desprecies tu habilidad para igualar o superar el desempeño de otros. Lo que otros han hecho, tú lo puedes hacer, y mejor, pero no lo digas; pruébalo en su mayor aplicación que otros, porque sólo por el esfuerzo y la aplicación serán tus obras conocidas. No hagas nunca declaraciones vanas y ostentosas; di solamente aquello que es lógico y verdadero. Aprende a saber cuándo hablar, y siempre expresa tus pensamientos en una forma refinada y dignificada para dejar la mejor impresión.

Se sistemático; procede paso a paso, y aprende a terminar las cosas que empieces. No hagas nunca una promesa que no puedes o no tengas intención de cumplir; así siempre dirás la verdad. Alinéate siempre del lado de la justicia, verdad y honestidad. No te encuentres con otros en el plano emocional de enojo, fechorías o insensatez. Siempre usa el poder del análisis, particularmente cuando estés en duda. Nunca intentes utilizar una coartada en aquello que sepas está mal. Mantén tu mente siempre en un plano mental constructivo. Recuerda, tus pecados siempre te hallarán.

Busca siempre un ideal, un objetivo, y el método apropiado de aplicación. Crea una personalidad individual y refinada, feliz y generosa. Desarrolla hábitos limpios y ordenados, limpieza corporal, y una mente limpia y sana. Sé conservativo pero creativo en tu vestimenta. Evita alardear con tus ropas y hablar estrepitosamente. Haz que otros quieran seguir tu modelo en ellos mismos: eso es un elogio bien merecido, e indica adhesión a la Ética Kabalariana del Correcto Pensar.

Alfred J. Parker, Fundador, Filosofía Kabalariana (1897-1964)



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